Para evitar ser aprehendido, Cuauhtémoc Blanco necesita una tabla de salvación. Para llegar a ella, en medio de un maremoto de denuncias judiciales que lo mantienen en riesgo de perder su libertad, necesita primero hacerse de la dirección estatal de MORENA y después, de la candidatura a Palacio de Gobierno para dejar sucesor propio, conforme a sus planes sin cálculo político.

Pero antes de jugar el FIFA 2024 en su Xbox e intentar ganar -¿dónde se ha visto que el mediocre América, con él en la alineación virtual, gane al poderoso Real Madrid de Cristiano Ronaldo?-, debe negociar con tablas de multiplicar para que la Legislatura 55 apruebe su solicitud de licencia para separarse del cargo, y con ello, dominar en definitiva el complot para obligarlo a cumplir su período constitucional, enfrentar el repudio social y abortar sus ansias de perpetuidad en la hamaca política ya no en Morelos, sino en la Ciudad de México, sin mérito gubernativo alguno.

Como prometió defender de violencia e inseguridad a las familias de Morelos, con la camiseta de la Decepción Nacional -¿de qué otra manera podría?-, en la zona donde se juega el peor futbol del mundo, la Concacaf, debe enfrentar la colección de denuncias penales en Apatlaco 165 y Estrada Cajigal 515, las oficinas cuyos titulares, Uriel Carmona y Juan Salazar, saben del imperio del artículo 16 de la Constitución general, que invoca un Per saltum para que sin necesidad de juez sean sancionados con pena privativa de la libertad los delitos que haya perpetrado.

La tabla de salvación de Cuauhtémoc Blanco se llama MORENA  -«No digan que gané por López Obrador», dijo una vez en 2018 y, otro, «yo no gané por MORENA»-. El operario de la infiltración de gobierno en ese partido, con recursos humanos, materiales y financieros, lo que constituye delitos intelectual y material, lo es Ulises Bravo, quien al cuarto año se quitó al fin la máscara de quien manda en Palacio de Gobierno y quien acata. Saben ambos que a L55, las fiscalías general y anticorrupción, y el Consejo y la Directiva de MORENA son una dura roca poco visible por la cual hay que navegar a banderas desplegadas desde el Arca o el Titanic, que representan la libertad o de la pena corporal en el diluvio gubernamental.

letraschiquitas | Con cálculo político José Luis Urióstegui y sin cálculo político Juan Flores, el afrancesado orgullo de Panchimalco, fueron nota en la fiesta al apóstol Santiago, anoche y hasta la madrugada de hoy, en The train station***. El edil de Jojutla, candidato de Pancho Sánchez y Paola Cruz porque tiene a su disposición los recursos de la L55, llegó con seis hombres que se supone iban armados y durante más de una hora se mantuvo dentro de una casa-habitación***. Al cantante de Combo latino -otros más fueron Campeche show, La luz roja de san Marcos y hasta el tan criticado en su momento grupo de la Jefatura de Policía creado por Alberto Capella-, le pasaron en un papel con el nombre de Ulises Bravo, para hacer notar su presencia, pero ni el anunciador ni los bailadores supieron quién era, lo que se vio reflejado en el silencio funerario en medio de la gran fiesta patronal***. ¿Y cuál fue el cálculo del munícipe de Cuernavaca? La prudencia. Hay niveles.

https://pavesoberanes.weebly.com/

FUENTE: PAVESOBERANES.COM.MX