El pasado 7 de marzo se dio apertura a la exposición «Habitar», que trataba sobre la lucha de las mujeres en obras de arte, sin embargo, fueron destruidas en la marcha del 8M.

La marcha del 8M cimbró las calles en Cuernavaca; estas marchas no solo se suscitan en México, si no, al rededor del mundo para salir a exigir los derechos de las mujeres y a exigir justicia por las que ya no están.

En este movimiento feminista al rededor del mundo, nos centramos en Cuernavaca, lugar dónde las mujeres tomaron las calles para exigir justicia, derechos y respeto a la mujeres, en la marcha mujeres mostraron su hartazgo, impotencia y enojo por lo que viven las mujeres hoy en día.

Sin embargo, estos hechos llevaron a cabo el derrumbe de la exposición «Habitar» que transmitía el mismo mensaje en un escenario iconográfico que el 8M pero en un lenguaje diferente; este ha sido el que mas corta vida en exposición a mostrado, si no que se convirtió en una intervención simbólica involuntaria.

Estela Vázquez, encargada de la propuesta curatorial, encontró en la palabra habitar una síntesis, “para pensar, para crear y re crear, para adentrase en el ámbito de lo más íntimo de sus historias y de sus preguntas…”

Estos actos de iconoclastia y destrucción de monumentos, edificios, sitios, etc. se ha presentado en cada marcha como muestra que aunque rayen, rompan o destruyan cualquier monumento que sea ‘reparable’ se terminará arreglando, sin embargo, las mujeres desaparecidas, la falta de derecho a las mujeres sigue siendo algo sin arreglar.

Con información de: La Unión.